La linaza es una semilla que proviene de la Linum Usitatissimum, planta herbácea de la familia de las lináceas. Su tallo se utiliza para la confección de tejidos (lino) y la semilla sirve para fabricar harina y aceite, o ser consumida entera.
Se presume que su origen de esta planta está en Egipto, sin embargo su cultivo hoy en día se produce en muchas partes del mundo.
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Durante los últimos años, el consumo de linaza ha aumentado considerablemente, ya que diversos estudios la han indicado como poseedora de innumerables beneficios para la salud.
La linaza tiene un alto poder medicinal, sus fitoestrógenos sirven para combatir enfermedades como el cáncer, entre ellos el de mamas y también alivian los síntomas de la menopausia.
En su cáscara están presentes antioxidantes como los lignanos, conocidos como poderosos anticancerígenos. Asimismo, su alto contenido en fibra y mucilago lo convierten en un alimento que beneficia la digestión; ideal para ayudar en la baja de peso.
Además aporta omega 3 vegetal, ácido graso esencial que cuida nuestra salud cerebral y de nuestro corazón. Específicamente, contiene un 61% de omega 3 vegetal, 15% de omega 6 y 16%de omega 9. Una mezcla ideal, ya que nuestro cuerpo necesita mayor cantidad de omega 3 para proteger la salud.
Por otra parte, tiene un efecto benéfico sobre el colesterol malo, los niveles de azúcar en la sangre y protege el sistema cardiovascular. Es fuente importante de proteína vegetal y además contiene minerales como el fósforo, magnesio, potasio y hierro.
Se puede utilizar la semilla de linaza en batidos, sopas, para agregarlas a las ensaladas o a las frutas, preparar infusiones o en preparaciones de repostería con su harina.
[Imagen: style4life.mx]
