Los fermentados son aquellos alimentos o bebidas que en su procesamiento se involucra el crecimiento de microorganismos, entre los que se encuentran las bacterias y levaduras. Algunos de los fermentados de uso común son el yogurt, el chucrut y el miso, entre otros. Actualmente se sabe que los alimentos y la microbiota modulan las respuestas del sistema inmune.
Desde la antigüedad se ha utilizado la fermentación. Al comienzo con el fin de conservar los alimentos y luego por sus amplios beneficios para la salud intestinal e inmunológica.
Los probióticos son microorganismos vivos que deben consumirse de manera permanente y en cantidades adecuadas, como el yogurt, kéfir y verduras fermentadas (chucrut, pickles y kombucha). Estos permiten “reestablecer la microbiota intestinal durante y después de un tratamiento con antibióticos, previene el crecimiento de microorganismos patógenos en el intestino y además modulan la respuesta inmune
La mala alimentación, el consumo de alcohol, el estrés crónico, una mala calidad de agua y el uso de algunos medicamentos fuertes van deteriorando la microbiota.
Es por eso que te recomendamos consumir alguno de los siguientes fermentados:
Kombucha
La kombucha, es un té fermentado con una colonia de microorganismos llamado Medusomyces Gisevi. Esta bebida ha sido utilizada para desintoxicar el organismo y fortalecer el sistema inmunológico, sin embargo su uso se ha ampliado ya que se han comenzado a difundir sus propiedades para prevenir el cáncer.
Puedes encontrar kombucha en
Miso
Este alimento, es de origen asiático y corresponde al producto que se obtiene de la fermentación de la soja. Es una pasta que puede ser de color café, blanca, amarilla o roja, es salada y puede tener un poco de acidez. Se utiliza como condimento en sopas, salsas, ensaladas o para adobar.
A continuación les dejamos algunas recetas para hacer fermentados en la casa:
Bebida Fermentada:
En un recipiente de vidrio incorporar un poco de agua tibia y media taza de azúcar de caña orgánica. Disolver. Luego, agregar agua a temperatura ambiente y dos cucharadas de kéfir. Dejar reposar por 48 horas, colar y dejar tapado para ir tomando ese líquido todos los días antes de las comidas. Recuerda: el recipiente sólo debe ser de vidrio, el colador de plástico y la cuchara de palo.
Chucrut:
Cortar un repollo en tiras y agregar una cucharada de sal de mar. Amasar el repollo con la sal para que suelte el agua por alrededor de 10 minutos. Echarlo a un frasco de vidrio y taparlo con hojas del mismo repollo. Para que no quede aire en el interior utilizar piedras para que hagan presión. Nunca cubrir hasta arriba, hay que dejar un espacio en el frasco herméticamente cerrado. Dejar fermentar por al menos 4 semanas.
Comer una o dos cucharadas, una o dos veces por día. ¡Ojo! no pasar de media taza, dos veces al día. Esto por el alto contenido de sodio.
Puedes encontrar chucrut orgánico en
Yogurt de pajarito con kéfir:
En un envase de vidrio poner tres cucharadas soperas de kéfir y agregar un litro de leche de vaca o leche vegetal de quinoa, almendras o arroz. Con ayuda de un paño tapar para evitar que le llegue la luz del sol y dejar reposar durante 24 horas a temperatura ambiente. Pasado ese tiempo de fermentación destapar el envase y con una cuchara de madera realizar suaves movimientos circulares para revolver. Colar con cuidado para no romper el kéfir, que puede ser reutilizado. La leche ya colada debes guardarla en otro envase de vidrio cerrado y tapado con un paño, dejarla reposar a temperatura ambiente hasta que espese. Endulza con un poco de stevia y refrigérala.
Puedes encontrar yogurt de pajaritos en
Contraindicaciones: El chucrut no deben consumirlo personas hipertensas o con retención de líquidos, ya que está elaborado con sal. En ese caso se recomienda consumir kombucha o yogurt de pajaritos.
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