Su nombre científico es Vasconcellea Pubescens. Es una especie de planta con flor, de la familia de las Caricaceae. Su pulpa es muy sabrosa y es nativa del noreste de Sudamérica y cultivada desde Panamá hasta Chile.
Existe una leyenda de la época de la Conquista de América, que dice que luego de un festín que se dieron Colón y sus tripulantes, el único remedio eficaz contra la indigestión que tuvieron fue la papaya.
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Esta deliciosa fruta, que deberíamos consumir al natural en jugos o postres y sin azúcar, tiene una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y antioxidantes, es baja en calorías y un poderoso digestivo natural. Su enzima papaína tiene la capacidad de digerir las proteínas de los alimentos.
Además de estimular la digestión, la papaya puede usarse para tratar afecciones como la gastritis o la acidez estomacal, ya que ayuda a neutralizar el exceso de acidez del estómago. Asimismo, puede ayudar a regular el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
A la enzima papaína, que se extrae del látex, líquido blanco que se obtiene de las frutas inmaduras, también se le atribuyen otras cualidades muy utilizadas en la farmacéutica y la cosmética. Estamos hablando de la papaya como antiinflamatorio, limpiador, suavizante, exfoliante y humectante.
Una deliciosa salsa para tus postres lleva:
– 1 papaya cruda
– ½ taza de frambuesas
– ½ taza de almendras
– Semillas de amapola
– 1 cucharada de miel
Mezclas todo en la mini pimer y queda una rica salsa para acompañar postres.