El diente de león es una hierba floral que podemos encontrar en prácticamente todos los jardines y espacios donde haya vegetación. Su color va variando del amarillo al blanco, momento que de acuerdo a la tradición, se toma para soplar y pedir un deseo. Más allá de ese uso, el diente de león es un poderoso depurador de la sangre y regenerador del hígado.
Este órgano cumple más de 500 funciones, por lo que debemos aprender a proteger y desintoxicar, ya que es un elemento indispensable para el proceso digestivo, mantenernos con la energía en alto y eliminar toxinas.
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Gracias las propiedades del diente de león podemos prevenir las hemorragias del hígado y además colabora en mejorar la pureza de la sangre y el flujo de bilis, el cual es regulado por este órgano.
En casos de hígado graso, las infusiones de diente de león son recomendadas por su capacidad depurativa. Asimismo, puede reducir algunos efectos negativos de los medicamentos y ayudar a combatir las molestias de la cirrosis y la hepatitis.
Otros de sus beneficios son: mejora la salud ocular, combate el acné y la anemia, activa la circulación sanguínea, mejora la digestión, elimina toxinas y aporta vitaminas y minerales.
Infusión de diente de león
Para preparar la infusión debes hervir 1 litro de agua con 2 cucharadas de hojas de diente de león o raíz bien limpia. Luego de 3 minutos, dejar en reposo, colar y servir. Idealmente debes consumir esta infusión dos a tres veces al día, después de las comidas principales.