Muchos son los factores que atentan con nuestras ganas de realizar algún deporte. El trabajo, los estudios, la familia y otros compromisos nos dejan con poco tiempo para hacer cosas “extras”. Sin embargo, ¡el que quiere puede! excusas hay por montón, lo importante es ponerse en movimiento.
El American College of Sports Medicine y la American Heart Association recomiendan la realización de alguna actividad física moderada por dos horas y media a la semana, lo que quiere decir 30 minutos diarios cinco veces a la semana. Dentro de estas actividades se encuentran correr, caminar, bailar, andar en bicicleta o nadar.
De no alcanzar en la semana a realizar alguna de éstas, la Revista de la Asociación Médica Americana sugiere hacer 150 minutos solo el finde de semana. En cualquiera de estas dos modalidades, al ejercitarnos podemos lograr enormes beneficios para la salud.
En el caso que ya tengas una rutina deportiva o realices actividad física constantemente, puedes darte el lujo de entrenar poco, pero con gran intensidad. Como señala el libro The Workout Prescription, si se aumenta la intensidad se puede reducir el tiempo de entrenamiento casi a la mitad.
Entre los beneficios que tenemos al realizar ejercicio regularmente se encuentran la disminución de la presión arterial, de los niveles de colesterol, el riesgo de ataque cardíaco y accidentes cerebrovasculares. Además puede tratar la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño, logrando un mejor desempeño en todos los aspectos de la vida. Asimismo, se ha probado que el ejercicio regular puede reducir la frecuencia de 13 tipos de cáncer incluyendo el de mama, colon, ovario y endometrio.
Para que el ejercicio sea beneficioso para la salud, se debe partir desde los 150 minutos por semana en intensidad moderada o de 75 minutos a la semana en intensidad alta.