Los cálculos renales son acumulaciones sólidas de minerales, entre los que se encuentran el fosfato de calcio, el oxalato de calcio y el ácido úrico. Suelen ser en extremo dolorosos cuando pasan por el tracto urinario, sin embargo su daño no es permanente.
El dolor agudo que producen, es el síntoma más frecuente, que la mayor parte de las veces va acompañado por náuseas. Quienes ya han pasado por esto, no lo quieren volver a vivir y quienes hasta ahora sólo conocen lo doloroso por referencias cercanas, pondrán atención a las siguientes indicaciones.
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Consumir con moderación: evitar la ingesta de tomates, frutillas, espinacas y chocolate, ya que son proclives a la formación de estos cristales. Restringir el consumo de leche, proteína animal, alcohol, dulces y sal.
Diversos estudios indican que la proteína de pescado aumenta la formación de cálculos renales. Por lo tanto se debe evitar consumir esta carne y también restringir la ingesta de res, cerdo, pollo, pescado y queso.
Consumir libremente: para ayudar a nuestro organismo a evitar la formación de cálculos renales debemos tomar mucha agua, idealmente más de dos litros (sin gas), ya que al ir expulsando la misma por medio de la orina, nuestro cuerpo va impidiendo la formación de estas piedras.
Una dieta rica en alimentos naturales aporta diuréticos que evitan la formación de cristales. Algunos de los vegetales y frutas que podemos comer libremente y que pueden evitar que se formen cálculos son: lechuga, pepino, zanahoria, apio, limón, naranjas, pomelo, uva, manzana y sandía, además de los alimentos integrales.