Skip to main content

Un análisis realizado por The New York Times a variados estudios, informes gubernamentales, registros corporativos y entrevistas a nutriólogos y expertos en salud de todo el mundo, revela que existe una gran transformación en la forma de producción, distribución y marketing de los alimentos en la mayoría de los países del planeta.

Este cambio es el que estaría contribuyendo a la generación de una nueva epidemia de diabetes y cardiopatías. Así como también, sería la causa del aumento de enfermedades crónicas debido a los altos índices de obesidad en aquellas zonas donde hace apenas una década hubo hambre y desnutrición.

Lee también: ¿Qué cantidad de azúcar consumimos realmente al día?

El estudio realizado por este diario declara una nueva realidad que preocupa en demasía: en el mundo hay más personas con obesidad, que con un peso insuficiente. Esto va de la mano, comentan los científicos, con la disponibilidad creciente de alimentos bajos en nutrientes y altos en calorías, que están generando un nuevo tipo de desnutrición, que es la que tienen las personas con sobrepeso, pero mal nutridas.

Los factores del aumento de la obesidad en el mundo son variados, se incluyen los genéticos, el mayor acceso a la comida y el sedentarismo, entre otros. De acuerdo a cifras entregadas por The New England Journal of Medicine, en la actualidad existen más de 700 millones de personas con obesidad en el mundo, siendo 108 millones niños.

Esta situación no sólo se trata de nutrición, sino también de economía, ya que las empresas multinacionales están transformando la agricultura local en países en vías de desarrollo, lo que ha obligado a las personas que antes subsistían gracias al cultivo de la tierra, por la producción de alimentos esenciales para la producción industrial.

De acuerdo a la publicación de The New York Times, en países como China, Sudáfrica y Colombia existe una influencia creciente de las grandes empresas de alimentos en el poder político, lo que vendría a obstaculizar las políticas públicas que buscan frenar el impacto que los alimentos procesados tienen para la salud.

La venta de este tipo de alimentos creció un 25% entre 2011 y 2016 en el mundo, mientras que en Estados Unidos sólo fue el 10%. Las bebidas carbonatadas, en Latinoamérica, se duplicaron desde el año 2000, superando las ventas en América del Norte, según la Organización Mundial de la Salud.

Leave a Reply