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La buena alimentación, combinada con la práctica de ejercicio físico regularmente y el buen descanso nocturno, son los pilares básicos para alcanzar un buen estado de salud y bienestar, tanto a nivel físico como mental. Pero toda dieta equilibrada debe estar adaptada a las necesidades de cada persona y diseñada con el asesoramiento de un profesional, nutricionista o endocrino.

Según el modelo piramidal de la alimentación saludable de la dieta modelo para una persona cuyas necesidades energéticas oscilan entre las 1.700 y 3.000 Kcal, debería incluir entre seis y diez raciones al día de cereales, papas y legumbres, entre dos y cuatro raciones de frutas y jugoss de frutas, entre tres y cinco raciones de lácteos y entre una y dos raciones de carnes, pescados y huevos. Además, conviene reducir los aceites y las grasas, procurando no ingerir más de 80 gramos diarios. Por otra parte, se recomienda reducir al mínimo el consumo de azúcar, dulces y pastelería.

Toma en cuenta los siguientes consejos para mejorar tu alimentación:

Realizar cinco comidas al día. Además del desayuno, la comida y la cena, se deben realizar dos colaciones más ligeras a media mañana y por la tarde. Según las recomendaciones de los expertos, el espacio entre comidas no debe ser menor a tres horas ni superar las tres horas y media, tiempo que se ajusta a nuestras necesidades biológicas.

Beber al menos un litro y medio de agua. La hidratación es una parte fundamental en el proceso de nutrición, sobre todo de cara a la temporada de verano, cuando se hace aún más importante. El mínimo recomendado es un litro y medio de agua al día, si bien lo óptimo sería un consumo de al menos dos litros al día.


Consumo moderado de café, azúcares y bebidas alcohólicas
. El café, el té y las bebidas alcohólicas, aún siendo líquidos, son bebidas que deshidratan y, además, estimulantes para nuestro organismo. Por ello, su consumo y el de azúcares que no son saludables debe ser siempre moderado.

Preparar comida casera. Los productos precocinados, congelados y preparados no son lo más aconsejable en nuestra dieta, dado que generalmente contienen muchos aditivos, conservantes y grasas saturadas. Procurar cocinar nuestra propia comida, con productos frescos y de temporada, aportará los nutrientes necesarios a nuestro organismo de una manera más saludable.

Consumir un mínimo de cinco raciones al día entre fruta y verdura. Éste es uno de los consejos más importantes dentro de los hábitos alimentarios, dado el aporte de minerales y fibra. Además, su elevado contenido de antioxidantes ayuda a prevenir todo tipo de enfermedades. El consumo de frutas y verduras asegura el aporte vitamínico diario que necesitamos, muy importante en el proceso de nutrición.

Las vitaminas regulan el metabolismo, especialmente los nervios, músculos y glándulas hormonales; se ocupan de transformar los alimentos en energía y de que las células del cuerpo resulten bien alimentadas.

[Imagen: my look]

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