La leche de burra se está utilizando como una excelente alternativa para los niños que tienen alergia a la proteína de la leche de vaca. Es por sus beneficios, que en Chile cada vez más padres se han inclinado por incorporar esta leche a la dieta de sus hijos.
También consumen leche de burra las personas que quieran mantener una alimentación saludable, que necesitan reforzar su sistema inmunológico o los deportistas de alto rendimiento. Además, su ingesta tiene un efecto beneficioso en la hipercolesterolemia y también ayuda a prevenir la arterioesclerosis.
En nuestro país algunos pediatras ya están comenzando a recomendar la nutrición con este tipo de leche, sobre todo para los casos más extremos de alergia a la proteína de la leche de vaca. La razón es que en aspecto y sabor, la leche materna y la leche de burra son muy similares, incluso en su composición: las dos tienen casi el mismo contenido de lactosa, lo que le da el dulzor; tienen muy poca caseína, proteína que es difícil de digerir; son altas en lactoalbúmina, proteína que por lo general causa menos alergia y lo más importante, tanto la leche materna como la de burra no necesita ser pasteurizada, ya que al no tener cisterna o deposito (como si lo tiene la vaca) se consume en el momento.
Los atributos de la leche de burra tienen antecedentes milenarios. De hecho hace algunos años era común que en los barrios pasara un vendedor con su burra ofreciendo esta leche, tradición que se fue perdiendo con el pasar del tiempo.
De acuerdo a estudios realizados en Italia, el 82% de los niños con alergia a la leche de vaca, si han tolerado, sin complicaciones, la leche de burra. Si estás en esta situación consúltalo con el pediatra de tu hijo, ya que podría ser una excelente alternativa de nutrición.
En Chile ya hay varios emprendimientos que producen y/o comercializan la leche de burra.
