Es clave que logres equilibrar tu microbiota intestinal, es decir a la serie de microorganismos que habitan tu intestino. Para eso lo ideal es que además de tener una nutrición antiinflamatoria sepas elegir un buen probiótico.
Recuerda que será un proceso y que debes ser constante.
Dentro de los alimentos que te beneficiaran están las hortalizas, hojas verdes, semillas, fermentados, yogurt de pajaritos o yogurt griego.
Recuerda que en un inicio la idea es que busques alimentos que no inflamen el organismo, incluso se trata de buscar vegetales que no tengan almidón.
Kimchi o chucrut orgánico es una excelente opción cuando ya hayas logrado regular la inflamación y quieras seguir alimentando tu microbiota.
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Guisos, omelletes y buenos aceites como el de oliva o el de coco. Como endulzante solo la stevia natural en polvo. En frutas solo deberías consumir maqui, arándanos, calafate, murta o golden berry en dosis moderadas. Recuerda que estos frutos tiene una baja carga de azúcar y además un alto poder antioxidante.
Te recomendamos maqui o calafate en especial por su gran poder antioxidante
Debes evitar harinas blancas, alimentos refinados, todos los que contengan gluten, carnes rojas o de cerdo, hongos, champiñones, frutas dulces, vinagre, alimentos picantes, frutos secos, endulzantes artificiales.
Buenas proteínas como pescados o pollo libre de antibióticos y hormonas.
Existen probióticos especialmente diseñados para tratar la cándida albicans, revisa aquí:
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Si quieres saber más sobre la importancia de una microbiota en equilibrio lee aquí:
