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Testimonio de Fer Toledo

«Cuando tenía dieciséis años me diagnosticaron urticaria colinérgica por ejercicio. Se trata de una súbita reacción alérgica caracterizada por la aparición de ronchas y una fuerte picazón. En mi caso era severa porque en vez de ronchas, todo mi cuerpo se inflamaba y no quedaba ningún sector sin esa manifestación.

Era causada ante el más mínimo esfuerzo físico y/o emocional, como, por ejemplo: cinco minutos de ejercicio físico, una caminata bajo el sol, una fuerte emoción o cambios bruscos de temperatura. La reacción llegaba a un peak y desaparecía a los 60 minutos aproximadamente, con la ayuda de los típicos antialérgicos disponibles en el mercado.

Generalmente, las alergias son causadas cuando el sistema inmune reconoce alguna sustancia dentro del cuerpo como un alérgeno “dañino”, lo que genera que se liberen sustancias antinflamatorias como la histamina, que a su vez controla el prurito, que es el picor que se produce en el cuerpo.

En el caso de mi urticaria, la reacción alérgica no era causada por un factor externo, como la ingesta de un alimento o una picadura de insecto, sino por algo interno. Yo lo entendí como que era alérgica a mi propio cuerpo.

 

En sus formas leves, el paciente sólo experimenta un poco de alergia y picazón, pero en casos severos, como era el mío, significaba terminar en servicios de urgencia o abandonar la actividad que estaba realizando para que el peak pasara.  Esto limitaba enormemente mí día a día. Por un tiempo procuré no tener emociones fuertes, y dejé de hacer ejercicio.

Por un periodo de 4 años, visité diversos doctores. Inmunólogos, dermatólogos y médicos internistas. Me pidieron todos los exámenes que se pueden imaginar. Algunos de mis exámenes los enviaron a la clínica Mayo de EE.UU. Lo único que esos exámenes indicaban era que tenía exceso de histamina en la sangre, pero sin causa aparente ya que no aparecía ningún tipo de alergia alimentaria, etc…  Recuerdo que llegaron a recetarme la ingesta de 3 comprimidos del antialérgico Fasarax 30 minutos antes de realizar actividad física. Este medicamento, si bien es efectivo para eliminar la urticaria, también actúa sobre el sistema nervioso central generando un efecto tranquilizante y ansiolítico. Claramente no era buena opción ingerir tres Fasarax antes de realizar actividad física, porque a los quince minutos ya me estaba quedando dormida en cualquier parte.

Además, los especialistas me recomendaron andar con adrenalina inyectable, ya que temían que terminara algún día con una anafilaxia o una alteración de las vías respiratorias dada la magnitud de la reacción.

 

La última Doctora que visité y que pertenece a una prestigiosa clínica privada me dijo: “Esta es una condición genética y que se te pasará con la menopausia”. Mis ojos se llenaban de lágrimas.

Enrabiada y decepcionada decidí probar otros caminos, menos convencionales para esa época, en que poco y nada salía en los medios de comunicación acerca de las bondades de los jugos prensados en frío o de la alimentación sin carnes.  Investigué, leí y busqué diversas alternativas. Al poco tiempo llegué a la consulta de Nelba Villagrán, una nutricionista titulada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, que promueve la curación de enfermedades a través de una buena alimentación y una desintoxicación.

Al contarle mis síntomas me recetó una dieta antinflamatoria. En primera instancia la considere extremista. Mi dieta consistiría principalmente en verduras, frutas, legumbres, semillas y algas. Además, consumiría algunos suplementos naturales como el Heel Kit y pastillas Omega 3.

Eliminar la carne animal, el huevo y la leche y todo lo industrializado me pareció algo imposible, así que incrédula, desconfiada, pero curiosa logré animarme a probar esa dieta al pie de la letra, pero sólo por un mes dada su dificultad. Si al cabo de ese periodo no veía ningún cambio, volvería a mis hábitos de siempre.

 

Al mes, estaba sin antihistamínicos y con una reacción alérgica claramente disminuida. En la medida que mi cuerpo se sanaba, Nelba incluyó poco a poco otros alimentos.

Calculo que en un periodo de dos meses mi reacción alérgica desapareció completamente. Desde entonces no he vuelvo a tener urticaria colinérgica por ejercicio lo que llenó mi vida de alegría y de gratitud hacia Nelba.

 

Les dejo la página web de Nelba por si alguien la quiere ir a visitar: http://www.nutriterapia.cl/site

Además, les dejo la página de Heel Kit para que al que le interese pueda leer más al respecto: http://detox.cl

 

Creo que es importante contar mi historia porque es un claro ejemplo de cómo una buena alimentación puede transformar el cuerpo y la salud de una persona.

Si bien no son buenos los fanatismos, sí considero que las personas deberían preocuparse de lo que se están llevando a la boca. Ahí es donde parte la salud.

 

María Fernanda Toledo «

 

[Imagen: Benefits Good Nutrition]

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